Dick Hoyt, ex militar estadounidense de 72 años, protagoniza junto a su hijo Rick (de 51) una demostración de superación increíble.
Rick, padece una parálisis cerebral desde que nació (no puede hablar, andar ni coordinar de manera adecuada manos y brazos), los médicos no dieron ninguna esperanza.
Un programa informático especial que interpreta los movimientos de su cabeza sí le permite comunicarse. A los 12 años, Rick escribió sus primeras palabras: “Go, Bruins!” (animando a su equipo local). Su padre comprendió que era un amante del deporte y decidió contribuir a hacer realidad el sueño de su hijo: entrenar y competir juntos en maratones y triatlones.
El ejemplo del padre de Rick demuestra cómo la voluntad de mejorar gana a la resignación y a la apatía.
Dick y Rick compitieron juntos por primera vez en 1977. Desde entonces y hasta hoy han participado en más de 1000 competiciones (240 triatlones (6 de los cuales Ironman) 20 duatlones y más de 70 maratones).
Rick, gracias al ejemplo de su padre, ha conseguido licenciarse en educación especial por la Universidad de Boston, vive de forma autónoma en su apartamento y trabaja en el Boston College.
Las crisis propician milagros; se requiere QUERER y CREER QUE PODEMOS. También es necesario saber NO SERÁ FÁCIL y que no hay garantía asegurada de conseguirlo.